2020 Un Año Para El Olvido?
Que el 2020 ha sido un año complicado para todos no es ninguna noticia. La pandemia del Covid-19 a algunos les afectó en menor medida, a otros les afectó más. Otros - contados por millones a nivel mundial - lamentablemente ya no viven en este plano terrenal, habiendo dejado espacios de gran vacío. Uruguay (que parecía ser casi que inmune) hoy paga las consecuencias de un relajamiento que podría ser catalogado como inconsciente y hasta egoísta. El sector del vino en nuestro país estrenó nuevo dirigente a nivel del instituto que maneja y regula las uvas y los vinos. La vendimia de este año fue considerada histórica por más del 90% de los productores. Debido a la reclusión voluntaria originada en la emergencia sanitaria, comenzamos a beber más cantidad de vino. Qué nos deparará el 2021 en un escenario mundial de incertidumbre generalizada?
Cuando en lo personal pisábamos la arena y el agua en una playa del Norte de Floripa a las 00:00 horas del 1 de enero de 2020, con una copa cargada de espumoso brasileño en mano y una botella del mismo producto en la otra, no podíamos imaginar todo lo que este 2020 - que casi está culminando - nos traería consigo. No pasaron muchos más que setenta y pocos días para descubrirnos vulnerables ante un virus de origen chino que ya había comenzado (meses antes) a hacer estragos matando gente y destruyendo muchas cosas que llevó años, décadas y generaciones enteras construir.
El miedo paralizó a muchos, otros afortunadamente reaccionamos. Dos días después de realizar un evento a capacidad colmada en un hotel en pleno corazón del barrio de Pocitos en Montevideo, nos vimos sorprendidos por el anuncio a nivel gubernamental que decretaba la emergencia sanitaria al haber aparecido los primeros casos positivos. Desde ese momento todo se detuvo en cuanto a actividades que tuvieran que ver con degustaciones y cenas. Solo en el mes de julio, pudimos retomar, muy lentamente - con mucha cautela, cuidados, y aplicando los necesarios protocolos - esas actividades de las que tanto disfrutamos.
Para setiembre ya parecía frecuente el hecho de encontrarnos en el Hilton Garden Inn Montevideo para - cada 20 o 30 días - reunirnos en torno al vino y la buena mesa, claro está, manteniendo las distancias y un número reducido de asistentes que casi nunca superó los 20 comensales. Los más jóvenes se arriesgaron a salir, los más veteranos optaron (hasta sabiamente, vale decirlo) por mantenerse al resguardo, siempre augurando éxito a nuestras actividades, no sin añorar querer estar, pero con la mira puesta en lo que más importa: la salud personal y el bienestar de todos quienes nos rodean.
Pero más allá de las actividades casi que diezmadas, 2020 también fue un año especial para la vitivinicultura nacional. La vendimia nos regaló frutos sanos y maduros como pocas veces vistos. Los vinos de este año (ya muchos a la venta) dejan ver ese regalo de la madre naturaleza, que fue mucho más benigna que otros años. Con la "cuarentena voluntaria" llegó el mayor consumo de vinos, y la gran mayoría de las bodegas nacionales supo aprovechar (en el buen sentido) el momento para vender y entregar sus botellas directamente en el domicilio del consumidor.
Cabría preguntarse si el consumo tendrá un techo (un piso ya lo tuvo) o si es solo algo pasajero. Preferimos creer que no, que los números positivos no se estancarán, y que a pesar de la grave afectación económica que muchos sectores de la sociedad vienen sufriendo, el consumo de vinos continúe su ascenso. Para ello viene trabajando incansablemente el I.NA.VI que, junto a su nuevo Presidente y directorio planifica promocionar el vino local, educando de manera responsable y mostrando las bondades de un producto considerado alimento en países más desarrollados que el nuestro.
En lo que nos atañe a nuestra vida personal y profesional, fueron muchos los cambios cursados y las sorpresas (en su mayoría gratas) que vivimos. Solo por enumerar algunas: vimos nacer el vino de garaje Torrente DA Naranja, también los Ardo Arrosa Bat y Bi (de Bodega Diamante Enbruto), restablecimos comunicación con gente que hacía tiempo no nos hablábamos, creamos un curso avanzado de vinos que se dicta on line, y aprendimos a valorar más lo nuestro viajando más tiempo dentro de Uruguay.
Por otra parte, extrañamos mucho (léase MUCHO) los viajes al Sur de Brasil, a los amigos que allá viven y que nos comparten su tiempo, sus vinos, y su saber hacernos sentir mejor que en nuestra propia casa. Sin dudas volveremos en breve, con más fuerza, con más ganas, con mucha vontade de abrazarles, de conocer esas nuevas vinícolas, vinos y lindos paisajes.
También degustamos on line. La "Safra das Safras" - que a través de la Evaluación Nacional de Vinos, organizada y promovida por la Asociación Brasilera de Enología - permitió descubrir y degustar los 16 vinos más representativos de la zafra. Vinos que iniciaron el viaje dentro de una caja de cartón y espuma plast de alta densidad, armada en la bella ciudad serrana de Bento Gonçalves (Rio Grande do Sul) y que llegó a nuestras manos en tiempo y forma conteniendo esos preciados vinos que, hubiéramos lamentado no probar si no hubiera sido por la buena voluntad de los organizadores que nos los hicieron llegar.
Pero en estos días (últimas semanas) también conocimos nuevos vinos uruguayos, y recibimos algunos lindos presentes. Uno de ellos que nos sorprendió especialmente: enviado desde el I.NA.VI, el mismo lugar donde antes (en tiempos de otra gestión) nos enviaron intimaciones y comunicados referidos a una grosera, abusiva, e injusta multa que nos impusieron. Todas fueron muy buenas botellas, algunas que ya se sumaron a nuestro litraje de conocimientos adquiridos. Por alguna razón, referida a ese presente (de valor más simbólico que material) logramos entonar aquella linda canción de la "Negra" Mercedes Sosa que dice "Cambia, todo cambia". Lindo, verdad?
También nos renovamos (por qué no?) con nuestra nueva versión 4.8, que esta vez estrenamos el domingo 20 de diciembre íntimamente en familia, solo con Andrea, Marcos, Mateo, y Nani, sin olvidar a Morro, ese peludo de cuatro patas que siempre nos acompaña, fiel a aquello que siempre se dice afirmando que los perros son los mejores amigos del hombre. Quien quiera entender, que entienda este mensaje no subliminal, u opte en mirar para el costado haciéndose el distraído.
En fin, si nos quejamos, es solo de llenos, y como dice aquella otra canción "que feio que vivir chorando de barriga cheia" (que feo que es vivir llorando de barriga llena). Si bien la incertidumbre con lo que pasará de aquí en más es grande, lo mejor que podemos hacer de momento es seguirnos cuidando, respetando los distanciamientos, evitando aglomeraciones innecesarias, lavándonos las manos siempre, usando alcohol en gel, y claro, utilizando bien (con boca y nariz dentro, como debe de ser) el tapabocas, que por ahora es la mejor vacuna que tenemos.
Que el 2021 sea un año más leve para todos, y que no falte el vino para llenar nuestras copas, siempre con salud, dinero, y amor.
Chin chin!
Texto:
Sommelier Daniel Arraspide.