Bodega Bouza lanzó su nueva añada 2020 del Tempranillo Parcela Única B15

20.12.2022

Variedad minoritaria en el viñedo uruguayo, la (o el) Tempranillo no se cuenta, ni por asomo, entre las variedades típicas del parque varietal nacional. Sin embargo, cuando su cultivo es cuidado con mimo, y su producción limitada - con el fin de concentrar su fruta - se obtienen resultados sorprendentes. Ejemplo de ello es este tinto que el Dr. Quim. Enol. Eduardo "Pajarito" Boido hoy propone que sirvamos en nuestras copas.

Ni tan concentrado, ni tan alcohólico (este tiene 13,8%) como muchos otros vinos de la histórica zafra 2020, este 100% Tempranillo, que como su nombre indica viene de temprano, comenzó a ser elaborado el 11 de febrero, cuando las uvas bien sanas y en su punto de óptima madurez llegaron a la bodega en Melilla. Para ello estas uvas tuvieron que recorrer pocos metros, ya que la parcela B15 está allí mismo, muy cerquita.

Muy conocida a nivel mundial por los excelentes resultados que con ella se obtienen en España y Portugal, la Tempranillo, que en este caso cruzó el Océano Atlántico, fue implantada con un sistema de conducción en espaldera, en suelo limo arcilloso con alto porcentaje de calcáreo, de acuerdo a lo informado por la bodega productora.

Al momento de la cosecha, la selección de los racimos (que son de buen tamaño si se los compara con el de otras variedades tintas) se cortaron de forma manual, para luego ya en bodega - donde se hace la segunda selección: grano a grano - se encubara la fruta que fermentó a una temperatura controlada de 24 grados centígrados, siempre cuidando que la extracción no fuera excesiva y evitando perder las características varietales que incluyen elegancia y taninos sedosos.

El Dr. Quim. Enol. Eduardo "Pajarito" Boido durante una visita de alumnos de la Escuela de Sommelleríe de Carmelo
El Dr. Quim. Enol. Eduardo "Pajarito" Boido durante una visita de alumnos de la Escuela de Sommelleríe de Carmelo

Durante el tiempo de la primera fermentación (también conocida como fermentación alcohólica o tumultuosa) se realizaron dos remontajes diarios y un pigeage (pisoneo) que permitió extraer sin exageraciones y en la medida justa procurada. Luego el vino fermentado realizó la maloláctica en tanque de acero inoxidable, y posterior crianza en barricas de roble americano durante 9 meses. Se embotellaron 3.348 unidades el 2 de febrero de 2021 y se lo puso a la venta en el pasado mes de noviembre.

A la vista...

Muestra coloración de buena capa, rojo rubí intenso con reflejos violáceos. Muy límpido y brillante, donde se puede apreciar un excelente trabajo a nivel enológico, tanto de vinificación, como de crianza y que prevé una larga guarda dado el potencial que presenta.

En la nariz...

Se comporta con una muy buena riqueza aromática, luciendo notas de fruta madura, algo de compota de membrillos, especias finas traducidas como pimienta blanca y rosa, hojas secas de laurel y té negro. El conjunto armonioso se complementa por el aporte de la madera nueva que logra envolver todo, pero sin tapar la fruta.

Y es en la boca...

Luce entrada amable, medio carnoso, desarrollo donde la fruta se expresa franca y rica en tonos. Los taninos son redondos y no tiene aristas. La acidez es balanceada y hace que la buena salivación se destaque y torne el vino jugoso y de estilo gastronómico.

Su lugar en la mesa...

Lo probamos con un lechoncito al horno (5,7 kilos) de esos que quedan con la piel bien dorada y crujiente, acompañado por rodajas de naranja sanguina y papas rústicas cortadas en cuña y fritas en aceite de oliva virgen extra.

Este es un vino que se debe beber en el entorno de los 16 grados, mejor si se lo sirve en una copa de buen volumen, y se los disfruta en buena compañía.


Mayor información sobre Bodega Bouza en www.bodegabouza.com


Texto: Sommelier Daniel Arraspide