Bodega Leonardo Falcone, entre vinos de calidad y Coca Cola

18.11.2020

Las bebidas - alcohólicas y refrescantes - han convivido durante mucho tiempo. Hasta muchas veces se mezclan para su consumo, ejemplo de ello es el popular kalimotxo en el País Vasco, o el whiscola que se consume en todo el mundo. El negocio de la venta de vinos en Uruguay no viene pasando por sus mejores momentos en la última década. Y reconvertirse (esa palabra que en la actualidad está tan en auge) ha sido la opción de algunos empresarios del sector, como es el caso de la bodega sanducera de la familia Falcone.

En nuestro recorrido por el Noroeste de Uruguay, no podíamos pasar por alto y visitar una bodega a la que le tenemos especial aprecio. Por un lado porque fue la primera bodega fuera del Sur a la que viajamos en nuestros primeros tiempos en el mundo del vino, y segundo, porque el establecimiento elabora vinos de muy buena calidad.

Así que, previa coordinación con la enóloga Carolina Falcone, el encuentro estaba agendado. La sorpresa fue al llegar al establecimiento, cuando un cartel de Coca Cola anunciaba Bodega Falcone, algo que sin dudas nos llamó la atención.

Luego, hablando con nuestra anfitriona, nos enteramos que desde hace algún tiempo, un tipo de almacén en el que expenden no solo la marca del famoso refresco, sino también fiambres, embutidos, fideos, y varios otros productos más, funciona en ese rubro, contribuyendo con la economía empresarial.

Bien, a todo esto era hora de degustar, y eso hicimos en el salón de degustación donde la bodega exhibe sus paredes casi que tapizadas con gran cantidad de diplomas y certificados de medallas y premiaciones de sus vinos, tanto a nivel nacional como internacional. En el recinto se conserva además, una antigua prensa de canasto, utilizada décadas atrás para la producción de vinos.

De las etiquetas degustadas, resaltamos cuatro que especialmente nos gustaron mucho....

Leonardo Falcone Chardonnay Roble 2015

Un muy buen ejemplo de que no todos los vinos blancos uruguayos fueron elaborados solo para beberse el año de su cosecha o a la siguiente. Color amarillo dorado claro, aromas de caramelo, fruta tropical, duraznos y pera madura, es un vino que encanta en boca con su buen volumen, untuosidad y acidez final media. Proveniente del viñedo familiar localizado a 10 kilómetros de la ciudad de Paysandú, donde para proteger las uvas del calor extremo que se da en febrero (mes en que cosechan estas uvas) el trabajo de campo incluye la aplicación de un protector solar en los racimos, para impedir que las uvas tomen ese color pardo indeseado y se quemen sus aromas varietales.

Leonardo Falcone Abuelo Domingo Tannat Rosé 2020

Un fresco rosado elaborado con Tannat, ideal para estos tiempos de calor. Su color cereza de capa media, su perfume a fruta roja silvestre, y su entrada amable en boca, nos pone ante un vino versátil y muy práctico a la hora de buscarle compañero culinario que le haga justicia. Va bien con picadas de quesos y fiambre, con saladitos y canapés variados, con pescados y hasta con carnes blancas o pastas con salsas livianas. Para beber frío, a unos 8 - 10 grados y disfrutar sin preconceptos.

Leonardo Falcone Abuelo Domingo Tannat 2017

Un clásico de esta casa elaboradora, y un vino al que la enóloga le tiene particular aprecio. Con esta etiqueta se homenajea al patriarca de la familia, Domingo Falcone, quien en el año 1886 se asentó en tierras sanduceras luego de su llegada desde Italia. Se trata de un Tannat con todas las letras, de color rojo muy profundo y reflejos violáceos, aromas varietales que se expresan muy bien, y que en la boca se muestra robusto pero amable, con taninos bien redondos y final de acidez bien equilibrada. De buena complejidad y con una excelente relación precio-calidad.

Leonardo Falcone Tannat Extremo 2018

Fruto de un intenso trabajo de campo, de un sector de viñedo con carga muy limitada, de donde se seleccionan los mejores racimos de la zafra, y con un cuidado trabajo de bodega, se obtiene un vino de color casi negro, de aromas profundos, tacto carnoso en la boca, y un potencial de guarda que se estima en más de una década. Con 8 meses en barricas de roble francés, 17 grados de alcohol en volumen, y elaborado con uvas cosechadas en terreno de suelo calcáreo - que en verano puede superar los 45 grados de temperatura - es un vino bien denominado por su nombre, extremo por donde se lo mire. Para beber ahora, pero también para guardar e ir degustando en los próximos años. Acompañar con carnes rojas (mejor si son maduradas en seco) y salsas de sabores intensos. Beber a 15 grados.


Mayor información sobre Bodega Leonardo Falcone en www.bodegaleonardofalcone.uy


Texto: Sommelier Daniel Arraspide

Fotos: Andrea Fontes y D. Arraspide