Bodega Oceánica José Ignacio y sus frescos vinos varietales

20.11.2020

Una de las más nuevas bodegas de la región Este del Uruguay, compartiendo tierras que desde hace ya unos cuantos años vienen dando excelentes resultados con su producción de aceites de oliva virgen extra, ahora comienza a hacerse más conocida por sus atractivos y seductores vinos. Su actual enólogo - el hiperactivo Santiago Degásperi - nos recibió en la propiedad, y de su mano conocimos lo que se viene gestando en materia de vinos en las últimas cosechas. Ahí nomás, bien cerquita del Atlántico, donde la brisa se impone y marca a los vinos con su carácter.

Nuestra semana de recorrido por los diversos terruños del Uruguay vitivinícola había comenzado por Carmelo, luego siguió por Salto y Paysandú, y terminó - con broche de oro - por Maldonado, más exactamente en José Ignacio, uno de los lugares más frecuentados por turistas adinerados y hasta por magnates del mundo entero. El potencial para el enoturismo allí es gigante, y no son tantas las bodegas que ofrecen propuestas de nivel como la que ofrece Bodega Oceánica José Ignacio, el establecimiento propiedad de Marcelo Conserva y Natalia Welker.

Recibidos por Santiago Degásperi, un joven enólogo, pero viejo conocido por su trayectoria en Viña Varela Zarranz y sus proyectos personales como Nakkal y Pyxis, recorrimos primero (en un carrito eléctrico) el muy prolijo olivar (diseñado cuidando el paisaje y cultivado con variedades que incluyen Arbequina, Coratina, Picual, Frantoio, Manzanilla, Leccino y Koroneiki) además de los viñedos cultivados con las blancas Albariño y Chardonnay, y las tintas Pinot Noir, Merlot y Tannat.

Durante todo el recorrido por el exterior (léase campo cultivado) pudimos apreciar lindas obras de arte de distintos escultores - entre los que se destaca Pablo Atchugarri - con obras que llaman la atención y parecieran interactuar con el medio en donde se encuentran instaladas.

La bodega propiamente dicha es una edificación que también llama la atención. Forjada en lo externo por acero corten; por dentro es una especie de cilindro equipado con tanques de acero inoxidable en su piso superior (que se puede visualizar desde una pasarela, contando con paneles de piso extraíble para, desde la boca de estos recipientes, cargarlos por gravedad en época de vendimia). En el piso más bajo, la planta boutique de elaboración está equipada con barricas de roble y recipientes alternativos de vinificación y crianza. En todas parte el arte está también presente, algo muy valorable en lo estético.

Allí probamos - directo de los tanques - un estupendo Pinot Noir rosado 2020, dos Tannat´s de diferentes vinificaciones, y un tremendo Merlot 2020, potente y carnoso que nos sorprendió. Luego seguimos por las barricas degustando Albariño de esta última cosecha, y un Tannat que conservan en clayver de cerámica, un vino que nos encantó.

Ya en la sala de degustación, probamos tres de los aceites producidos, todos de muy buena expresión, con notas vegetales frescas, diferentes grados de amargor y picor (dependiendo de su versión). Una soberbia tabla con variedad de quesos, jamón serrano, aceitunas y frutos secos, además de pan, hicieron compañía a los cinco vinos (en este caso ya embotellados) que Santiago nos sirvió. De estos vinos, destacamos tres que particularmente nos gustaron mucho....

José Ignacio Albariño 2020

Lo primero que se nos viene a la mente si tuviéramos que describir con una única palabra este vino, esa palabra sería frescura. De leve tonalidad amarillo verdosa, aromas que recuerdan a frutas de carozo como el durazno y las ciruelas amarillas, sumados a notas de pera en su justa madurez, y toques de cáscara de frutas cítricas, es un blanco que en boca se muestra de volumen medio, buena untuosidad, algo salino, y con una acidez final muy refrescante que deja un largo recuerdo en la boca y estimula los sentidos de inmediato, invitando a beber un segundo trago.

José Ignacio Pinot Rosé 2020

Aquí la palabra sería seducción. Atractivo color rosa pálido, fragante perfume a pétalos de rosas y frutas de baya pequeña silvestre. En boca es ligero, delicado, totalmente refrescante. Una faceta del Pinot Noir uruguayo muy poco explotada hasta el momento, y que además ofrece un espectro enorme de alternativas a la hora del maridaje. Para beber bien fresco (entre 8 y 10 grados) acompañando todo tipo de bocados y platos livianos, o simplemente solo, como copa de bienvenida.

José Ignacio Tannat 2018

Una cara del Tannat que nos encanta, con perfil fresco y para nada pesado o sobremadurado. Se trata de un tinto de muy buen color violáceo intenso, con notas olfativas que van para el lado de las frutas rojas maduras, especias, sutil chocolate amargo, y fondo terroso. En la etapa gustativa se muestra de entrada amable, carnoso y de buen volumen, para para nada agresivo. Con muy buen equilibrio entre cuerpo, taninos y acidez. Una excelente opción para los amantes de la variedad bandera del Uruguay.


Mayor información sobre Bodega Oceánica José Ignacio en www.ojoseignacio.com


Texto y video: Sommelier Daniel Arraspide

Fotos: Andrea Fontes y D. Arraspide