El nuevo Merlot uruguayo que nació en un cerro

24.06.2020

Ampliando su línea de vinos Reserva, la novel Bodega Cerro del Toro lanza su Merlot 2019. Una edición de 2.900 botellas de un tinto elegante con influencia marítima, que se luce al lado de gastronomía con sabores mediterráneos y platos de mediana intensidad.


Los viñedos cultivados en la ladera Noreste del establecimiento localizado en las cercanías de Piriápolis, dieron a luz su primer vino en versión varietal 100% Merlot, de suelos pedregosos, y en un año relativamente fresco (y con precipitaciones abundantes durante el período de maduración de las uvas) rindiendo en un tinto de perfil fresco y elegante.

A qué nos referimos cuando catalogamos un vino como "elegante"? El concepto es simple. Primero que nada estamos hablando de tipicidad varietal; aquello que te permite percibir e identificar que estamos frente a un vino de determinada cepa, sin lugar a confundirla con otra. Y segundo, que una muy cuidada vinificación - visando mostrar lo mejor de la variedad - buscó mostrar la fruta sin sobre extracciones que desdibujen la misma, preservando justamente eso, sus características.

Dicho esto, vamos al vino en cuestión. De color rojo rubí muy brillante que revela su juventud, y aromas a frutas rojas pequeñas a las que se suman las sutilezas de las especias, este vino seduce en vista y nariz mostrándose delicado, pero sin esconder su carácter y potencial.

Cuando lo probamos en boca, se manifiesta con una entrada muy amable, repitiendo las notas frutales encontradas en nariz, taninos redondos y dulces, de muy buena frescura (que se manifiesta en una acidez firme, pero que no molesta) y un sutil especiado de fondo - aportado por el 10% del volumen criado en barricas de roble francés - que le suma cierta complejidad.

Quienes son amantes de esta variedad, están de parabienes. Solo recordar que la Merlot es una uva que suele carecer de marketing, y hasta puede ser un tanto desvalorizada por estas latitudes, en la que es más corriente encontrarla en mezclas que en su versión varietal. Y que sin embargo, es una variedad que en Uruguay casi siempre se da muy bien, madurando antes que otras viníferas cuando es bien manejada.
 
Ideal para beber en el entorno de los 16 grados, acompañando una buena pizza con pesto, unas berenjenas a la parmesana, o un pollo a la portuguesa.


Texto: Sommelier Daniel Arraspide