El sueño del vino propio: la experiencia de Martín Traversa

17.02.2021

Pasión es la palabra que mejor define a quienes elaboramos vinos. Y si a esa pasión se le suma buena materia prima, un poco de conocimientos de enología, y los sentidos entrenados a la hora de catar y saber evaluar separando lo que está bien de lo que está mal, la fórmula no puede fallar. Esas son cuatro virtudes que Martín Traversa posee. Lo conocimos en las redes sociales, y un buen día - semanas atrás - recibimos en casa una caja con su espumoso y uno de sus tintos. La sorpresa fue grande cuando descorchamos sus dos creaciones....

Cualquiera puede hacer vino. Esa es la máxima. Ahora, hacer vino y hacerlo bien, es una tarea que no todos están dispuestos a conducir. Sí señores, a las elaboraciones hay que conducirlas, para que el producto resultante llegue sano y sin defectos a la copa de quien lo consuma. Para ello existe una ciencia que es la enología, que no deja nada librado al asar, desde el comienzo cuando la uva es recién molida (o prensada) y hasta que este maravilloso líquido (sea de tipo blanco, rosado, o tinto, y de estilo tranquilo, espumoso, o licoroso) sea embotellado y en ese envase desarrolle su mejor faceta hasta que sea descorchado por el consumidor.

Aspectos que Martín Traversa (un jóven que vive en la localidad de 25 de Mayo, Departamento de Florida) tiene muy claros, y que para llegar a buen término con sus elaboraciones, llamémosle caseras, aplica buscando apoyarse en profesionales como el enólogo Pablo Crovetto y el empresario Federico Amorín (de la firma Ligadur, representante exclusivo para Uruguay de los afamados productos enológicos de Laffort) que le proveen insumos y el asesoramiento de como aplicarlos correctamente para conseguir vinos sanos y gustosos a la hora del disfrute.

Claro que la vendimia (léase calidad de la zafra de uvas) y la fruta que se pueda conseguir juegan un papel fundamental a la hora de obtener un buen vino. Suena de Perogrullo, pero siempre se dice que "el vino nace en el viñedo", algo que sin dudas es una gran verdad. Así que, ni lento ni perezoso, Martín - que conoce también de viñedos y productores de uva - compra la materia prima a viticultores que consiguen los mejores resultados para las diversas variedades que hasta ahora viene vinificando.

Pero, cómo son los vinos Viejo Recado (así el nombre de la pequeña bodega artesanal) de Martín Traversa? Probamos dos de ellos, y lo que sigue a continuación es una reseña de cada uno.....

Joju Espumoso Natural Brut

Elaborado con Chardonnay al 100%, este burbujeante de método tradicional seduce ya desde el vamos con sus pequeñas burbujas inquietas y constantes. De coloración amarillo verdoso pálido, sin signos de evolución negativa, es una bebida límpida y brillante que da la pauta de un excelente trabajo de clarificación y limpieza efectuada sobre su vino base antes de la segunda fermentación. Sus aromas a fruta en perfecto estado de madurez (sin excesos) las flores cítricas como el azahar y las sutiles especias, a las que se suma una nota de pan tostado y de manteca encontradas en la nariz, nos llevan de inmediato a querer probar este efervescente en boca. Y es aquí (en la etapa gustativa) donde sorprende más. Fruta, cremosidad, buen volumen medio, y una acidez muy equilibrada que le otorga largo de boca, nos muestran un producto muy cuidado y bien elaborado, digno de aplausos. Su lugar en la mesa puede pasar por canapés variados, como por ejemplo unas brusquetas de queso Brie y toque de cáscara de naranjas confitadas, o unos pintxos de camarones y pimientos asados, o para los carnívoros: unos sándwiches fríos de peceto con mostaza antigua y hojas de rúcula. Para beber en el entorno de los 5-6 grados, apreciándolo mejor en copa tipo flauta.


Viejo Recado Tannat 2020

La "uva bandera" del Uruguay que toma forma de vino en una elaboración tradicional. Tinto de color intenso, aromas a frutas rojas maduras, con toque eucaliptado y algo de especias. En la boca se lo percibe de potencia media, carnoso, con buen desarrollo en el paladar, y con acidez marcada al final. Buen compañero de carnes asadas en su punto sobre fuego de leña de monte, especialmente carnes rojas con cierto tenor graso como un asado de tira, o unas chuletas (costillas) con lomo, mejor todavía si son acompañadas con fariña de mandioca. Un tinto para beber y disfrutar en el entorno de los 16 grados.


Texto: Sommelier Daniel Arraspide