Top Five vinos tintos uruguayos para celebrar la primavera

02.10.2020

La estación de las flores pide vinos ligeros, que se puedan consumir frescos, acompañados (o no, pues se los puede beber como aperitivo) de platos livianos, una picada, o de un simple sándwich. Para aquellos consumidores que solo beben tintos, o para quienes aprendieron a disfrutar de toda la gama sin importar el color, aquí les dejamos esta lista con cinco sugerencias.

Mientras en el hemisferio Sur la viña brota y florece con temperaturas más amenas que las de los meses anteriores, el espíritu se predispone al disfrute, al placer, a las sensaciones que se pueden apreciar desde un lugar común. Estamos frente a una de las estaciones más lindas del año, ideal para apreciar bellos vinos.

Despojados de pretensiones basadas en colores retintos, o de grandes complejidades de vinos elaborados solo para paladares experimentados, los vinos hoy reseñados, por el contrario, son cinco tintos jóvenes, aptos para todo paladar que simplemente guste del vino y que, además, pueden encontrarse en el mercado local entre los $ 400 y $ 600, una franja de precio que no torna prohibitiva la experiencia.

Se trata de cinco ejemplares nacionales, de cinco productores distintos, tres de ellos de la reciente pasada vendimia 2020 (de la cual comienzan a aparecer los primeros tintos) y dos de la anterior 2019 (que fue bien diferente y hasta un tanto fría si se la compara con la media de las últimas vendimias). Solo resta comprarlos, descorcharlos, y darle rienda suelta al disfrute, eso sí, ¡de forma descomplicada!


Cerro del Toro Pinot Noir 2020 (by Bodega Cerro del Toro)

Rojo rubí de mediana intensidad, de muy buena fruta tanto en nariz como en boca, y de paladar sedoso, es un ejemplar elaborado con uvas cultivadas en las laderas de Cerro del Toro (Piriápolis, Maldonado) que no esconde su impronta marítima. Excelente como copa de bienvenida, acompañando unos camarones tempurizados, o una ensalada de verdes y salmón ahumado. Para beber en el entorno de los 12 - 14 grados.


Areniscas Pinot Noir 2020 (by Domaine de L'Arvol)

Elegante por donde se lo mire, este ejemplar nacido en el viñedo que la empresa cultiva en las cercanías de Paso Hondo (Depto. De Tacuarembó) luce todo el potencial que esta vinífera expresa en climas cálidos. Color delicado, aromas frutales bien marcados y francos, y una suavidad de taninos que sorprende. Acidez muy bien equilibrada, a pesar de su 15% de alcohol. Muy bueno con unos tostones de hongos y queso Brie, o unas croquetas de jamón serrano. Servir cuidando su temperatura a no más de 14 grados.


Suelto Merlot 2020 (by Proyecto Nakkal)

Primera edición de una flamante línea que se complementa por un Marselán y un Tannat, este Merlot elaborado bajo el concepto de mínima intervención, es un vino diferente por donde se lo mire. Intenso color y aromas a fruta muy marcados. En boca se manifiesta con una redondez extraordinaria y acidez poco habitual para la variedad, que le va muy bien en aporte de frescura. Este vino esta fermentado con levaduras nativas, sin agregado de sulfitos. Para beber sin protocolos a unos 15 grados, acompañando - por ejemplo - una tarta caprese, o una tabla de quesos cremosos y jamones artesanales, mejor si es en buena compañía.


Viña Progreso Sangiovese 2019 (By Viña Progreso)

Una de las pocas cepas de origen italiano cultivadas en Uruguay, que en manos del enólogo Gabriel Pisano se logra expresar de maravillas. Tinto de color rubí intenso muy brillante, y aromas que recuerdan a las pitangas maduras, y a los frutos de enredadera como las moras. En boca se muestra con muy buena tipicidad varietal, de mucha fruta, taninos maduros, y excelente acidez final. Lo probamos con un escabeche de conejo con el que armonizó de maravillas, y luego con una pizza al pesto (con la que también hizo muy buen maridaje) Para beber en el entorno de los 15 grados.


Sin Madera Arinarnoa Tannat 2019 (by Bodega Bresesti)

Una edición especial, corte 60% Arinarnoa y 40% Tannat, se trata de un tinto de color rojo con ribetes violáceos, que en nariz sorprende por su perfume a frutas rojas silvestres maduras y toques de pimienta. En boca es muy amable, de cuerpo medio, y tacto de taninos bien redondos, equilibrados por una acidez final no muy prolongada. Compañero indiscutido de un sándwich de vacío vacuno en pan ciabatta, con mostaza tipo Dijon y hojas de rúcula. Beber a 15 - 16 grados.


Texto: Sommelier Daniel Arraspide