De esos tintos que enamoran a primera vista, este Petit Verdot (variedad de origen bordelés, de escaso cultivo en nuestro país) luce toda la fuerza - traducida en fruta bien madura - y la pureza de un terruño en donde este varietal consigue expresarse de forma excelente. Elaborado con uvas provenientes de una pequeña parcela, es un tinto recio y a la vez elegante, de buena carnosidad pero no avasallador, de taninos muy presentes pero pulidos, seductor y también envolvente. Con aromas que nos hacen recordar a las frutas rojas y negras, a los arándanos, y a los matices florales como el de las lavandas. De óptima estructura en boca, mucho cuerpo y una fina intensidad que le otorga largo y persistencia en el paladar. Ideal para ser disfrutado con carnes rojas (especialmente la de cordero cocinada en una cocción larga y lenta) además de pastas rellenas con salsas de tomates y hongos, haciendo buen maridaje también con quesos semicurados y curados. Para beber entre 16 y 18 grados, mejor aún en una copa de buen volumen.