Adivine de que está elaborado el VINO TINTO de Iberclub

"Qué Será, Será? Será lo que deba ser" dice la canción compuesta por Jay Livingston y Ray Evans en 1956, llevada a la fama por Doris Day en una película de Alfred Hitchcock del mismo año. 64 años después, los célebres creadores de la marca Paa! crean un vino tinto del que no se informa en la etiqueta más que los datos legales (obligatorios) solicitados por las leyes vitivinícolas nacionales. Ni en la etiqueta (ni en la contra, pues no la tiene) se especifica variedad/des de uva/s, proceso de elaboración, o nota de cata. Una invitación a descubrir de que se trata, y a sorprenderse.

¿TE ANIMAS A ADIVINAR QUE TINTO ES? reza la pequeña etiqueta colgada del pico de la botella, que agrega un código QR y un signo de interrogación bien grande. Y es que este tinto elaborado por el enólogo Fernando Pettenuzzo con la marca Iberclub causa - por lo menos curiosidad - querer saber que es.

Lo primero que se puede suponer al ver la botella es que se trata de un Pinot Noir. Pero no. Con solo mirar a través de esta, se nota que el vino dentro es de color muy oscuro, algo que no "cierra" con las características de la cepa tinta de la Borgoña. Pero entonces ¿Qué será?

Se descorcha, se sirve en la copa a una temperatura no superior a los 16 grados, se aprecia su denso color rojo oscuro con reflejos violáceos, y lo primero que se puede especular es que se trata de un vino sumamente joven. ¿Cosecha 2020? Tal vez, no lo sé.

Lo llevamos a la nariz y sus aromas maduros nos seducen, más todavía cuando aireamos el vino con movimientos circulares despertando su perfume. En la boca nos gusta su cuerpo, su fruta franca, su carnosidad, sus taninos presentes y maduros, y su acidez bien balanceada. Un rico tinto que acompañaríamos de una buena carne roja, de una pasta rellena con una salsa de intensidad media, o unos quesos semi madurados.

¿Cabernet, Tannat, Syrah, Marselán? No lo sabemos! El retinto color nos desconcierta. Nos decidimos a llamar a su creador - procurando mayor información - y este, luego de habernos creado expectativa al dejarnos la botella, nos termina confesando de que se trata. Casi que no lo podemos creer. Impresiona un vino elaborado de esta variedad, y llama la atención (en una buena) que cuando las cosas se quieren hacer bien (claro, con la ayuda de la madre naturaleza) sin dudas se pueden hacer bien. ¡Qué divertido!

Ya les dimos varias pistas, ahora resta que compren el vino en las tiendas Iberpark y "adivinen" que es. Seguro se divertirán haciéndolo.

Yo no lo descubrí, así que - nobleza obliga - a confesar que "solo sé que no sé nada".

Texto y fotos: Sommelier Daniel Arraspide.