Petronius, mucho más que bebidas, historias embotelladas

27.02.2020

Emílio Kunz es descendiente de inmigrantes alemanes que llegaron al Sur de Brasil buscando una mejor forma de vida. Él heredó una pasión que no puede esconder, y es algo que se percibe en su mirada, cuando habla, cuando cuenta sus historias de vida, cuando destapa una de sus botellas. Pero Emílio es también enólogo, maestro cervecero, y especialista en destilados. Su formación le ha permitido ser uno de los hombres más destacados en este mundo de las bebidas en Brasil. En la actualidad - lejos de las grandes empresas en las que supo trabajar e inclusive ser fundador y/o socio - se dedica a elaborar pequeñas partidas de bebidas muy especiales: cervezas artesanales, vinos con variedades de uvas que pocos saben apreciar, destilados y licores auténticos que llevan consigo un ADN muy particular, y hasta inclusive bellísimas historias que contar.

Augusto, Emílio y Júlio Kunz en el Petronius Garten Schatz Bier

Localizada a unos 20 minutos de la Ciudad de Caxias do Sul (una de las urbes de mayor población en el Estado de Rio Grande do Sul, y la mayor ciudad entre las que integran la Serra Gaúcha) se encuentra Petronius Beverages by Authors, una pequeña empresa familiar encabezada por Emílio Kunz Neto, quien cuenta con el apoyo de sus dos hijos, Júlio y Augusto, que lo ayudan en todo lo referente al marketing y comercialización de los productos, además - de en cierta medida - la elaboración de las cervezas, vinos, espumantes, destilados y licores que la casa produce.

Allí, en el interior de Caxias, rodeados por la exuberante naturaleza de los verdes cerros omnipresentes en el paisaje serrano, es donde en 1876 se construyó la primera casa del municipio (de acuerdo a lo que se tiene registro) y que aún se conserva estoica en pié dentro del terreno de unas 5 hectáreas, propiedad de los Kunz. Una flamante planta de elaboración equipada con fermentadores y recipientes de cocción que Emílio prefiere llamar "la cocina de la cerveza" (todo en acero inoxidable) además de tres alambiques de cobre (que utilizan para destilar) se levanta a un costado de la añosa casa, como desafiando al tiempo que pasa. Otros tanques, unas cuantas barricas para whisky de malta y otras para vinos especiales complementan el equipamiento en lo que se refiere a recipientes.

Trepando por una de las paredes de la nueva fábrica (que construyeron desde cero en el año 2015) se pueden observar dos plantas de lúpulo que según Emílio tienen allí "para mostrarle a los clientes que visitan la empresa y sirven para matar la curiosidad", pero que no pasan de ser simplemente decorativas, ya que los lúpulos que utilizan en la elaboración de las cervezas son comprados, al igual que la cebada malteada (que ellos mismos procesan en un pequeño molino) y otros insumos y materias primas que adquieren. Todo allí tiene un por qué y un propósito, Emílio es metódico y muy cuidadoso en todo lo que hace. Hasta el agua que utilizan para elaborar e higienizar es recolectada directamente cuando llueve, aprovechando así los recursos naturales.

Nuestra degustación comenzó por las cervezas, directo de los tanques fermentadores: primero una blonde donde la malta era protagonista con un dulzor que se equilibraba estupendamente bien con el aporte del lúpulo, presente en este caso, pero para nada invasivo. Luego llegó el turno de la IPA, más robusta que la anterior, con mucha fruta, y un lúpulo bien presente (IBU de 55) y que nos gustó muchísimo, además de habernos parecido un estilo de IPA bien equilibrada y que no solo es amargor, sino que su "maltosidad" le da un volumen de boca importante.

Al llegar el turno de los vinos, vaya sorpresas que Emílio nos tenía preparadas. Primero un blanco tranquilo elaborado en la zafra del 2007 con Trebbiano (Ugni Blanc si lo prefieren) y que sorprendió por su fruta y frescura. Solo 9,5% de grado alcohólico, pues su hacedor nos comentó que "se elaboró así pensando en un vino base para espumante, y luego se guardó una partida que se embotelló como vino tranquilo". Después un espumante Sur Lie, también con base de Trebbiano (en realidad de la misma partida que el vino tranquilo) y que estaba estupendo, fresco, aromático, y con perfil muy gastronómico.

Un Barbera le siguió, rosado él, más tirando a clarete. Atractivo color, perfume de frutas rojas silvestres, y una acidez muy bien trabajada. Hermano menor del también Barbera tinto que luego degustamos directo de una barrica que su hacedor guarda con mucho recelo. Un vino que en pocos meses estará disponible para la venta. Así que si Ud. amigo lector es amante de los buenos Barbera´s italiano, esta versión e interpretación brasilera de la variedad, seguro lo dejará de cara!

También tuvimos el placer de degustar un Moscatel muy especial, al estilo de los elaborados en Setúbal (Portugal) y que fue un show poder contemplar como a cada nueva aireación en el cáliz, el líquido se abría y abría, expresándose a cada segundo que pasaba. Simplemente sensacional.

En el video que sigue, Emílio nos comenta sobre la cerveza Schatz Edición Especial con Moscatel....

Otras varias cervezas continuaron a lo largo de una extensa (y muy animada) degustación, entre anécdotas e historias de vida. Pasaron destilados como la Cachaça Serigote envejecida en barricas de roble, y un licor muy particular de cerveza en el que encontramos hasta notas de yerba mate. En fin, productos que deberían de ser probados y degustados con atención.

Y no hablamos de cualquier producto (de los que se pueden encontrar de forma masiva en todo lugar) estamos hablando de especialidades, y por qué no, de historias embotelladas.

Mayor información en www.petroniusbev.com.br

Texto y videos: Sommelier Daniel Arraspide

Fotos: Andrea Fontes